Noche de Tragos

El martes anterior al feriado con un grupo de amistades del gimnasio decidimos darnos un relajo anti estress, para ello nos arrancamos al bar Bristol del hotel Plaza San Francisco.

Llegué 1 hora más tarde de lo acordado pero tenía que realizar algunas diligencias antes de llegar al mentado lugar. La idea era tomar lo que se nos antojara y hablar de lo que fuera solo por hablar. Jamás pensamos que terminaríamos en una cuasi sesión de psicoanálisis en que cada uno de nosotros contó algo de sus traumas, y las frustaciones de la vida , pero no en tono de hecharle la culpa al mundo por lo que uno es, si no más bien por la necesidad de soltarse, de decir lo que sentíamos y para que cada uno entendiera por las cosas que hemos tenido que pasar.

Debo reconocer que de todas las salidas que hemos tenido a la fecha esta fue una de las mejores, si bien no era la convocatoria más numerosa de las que se tenga recuerdo (solo participamos los más cercanos), los 6 fuimos lo más transparentes y francos que el alcohol nos permitió y entre lágrimas de algunos y risas de otros; se puede decir que me siento contento por lo vivido y compartido.

Es cierto, estoy solo de corazón pero muy acompañado de estos amigos, y espero en un futuro próximo participar del matrimonio de un par de ellos y el cambio de casa del otro.